“Con LowpHWine se pondrá de manifiesto que la adaptación de los cultivos a los nuevos escenarios de altas temperaturas y un régimen hídrico diferente, marcado por episodios de sequía frecuentes, se deberán afrontar mediante soluciones integrales”
1. ¿En qué consiste la aportación y la actividad de Atens en el proyecto?
EnAtens participa en el proyecto como empresa con una amplia experiencia en la producción de microorganismos, particularmente la micorriza. Nuestra colaboración con las bodegas participantes en LowpHWine nos permite aplicar soluciones microbiológicas que encaminadas al objetivo global del proyecto de mantener la acidez del vino en las actuales condiciones de cambio climático. Para ello ponemos al servicio del proyecto nuestro laboratorio, NGALAB, y su plataforma metabolómica.
2. ¿Cuál es vuestro rol en el proyecto?
En el marco de LowpHWine queremos desarrollar la primera micorriza especialmente seleccionada para su aplicación en viñedo. El objetivo es que sea un factor clave en la adaptación de las plantas a un escenario de cambio climático, como el que se está sufriendo en la cuenca mediterránea, favoreciendo el mantenimiento de la calidad del mosto para su posterior vinificación.https://www.lowphwine.es/wp-admin/edit.php
3. ¿Qué está suponiendo para Atens participar en un proyecto como LowpHWine?
Para nosotros, supone una gran oportunidad poder trabajar y aprender de los actores más relevantes en el área de la producción vitivinícola: desde empresas dedicadas a la selección clonal y/o la fertilización, hasta las mismas bodegas, pasando por los centros tecnológicos y las universidades de referencia que participan en LowpHWine.
Además, nos permite aportar nuestra experiencia en microbiología y análisis metabolómico a un grupo tan diverso de actores que tienen aproximaciones complementarias a la nuestra para resolver el problema de la acidez en los vinos. En definitiva, participar en este proyecto es un orgullo para nosotros.
4. ¿Cuáles son vuestros objetivos concretos en el marco de LowpHWine?
En el marco de los objetivos del proyecto, nuestra actividad se centra en la investigación y el desarrollo de una cepa de micorriza arbuscular que ayude a paliar las condiciones desfavorables para la obtención de un vino de calidad. Para ello hemos diseñado dos estrategias:
– Promover las rutas metabólicas de los componentes de la acidez, tanto en hojas como en bayas.
– Promocionar un balance nutricional adecuado a las plantas que limite la absorción excesiva de potasio, evitando así la precipitación de los ácidos durante el proceso de vinificación en los tanques de la bodega.
5. Actualmente, ¿en qué parte del proceso de desarrollo del proyecto os encontráis? ¿Qué objetivos se han alcanzado ya?
Estos objetivos mencionados son plurianuales, es decir, que se van a trabajar a lo largo de todo el proyecto. Hasta ahora, hemos logrado seleccionar una micorriza con muy buenas propiedades para cumplir con la tarea que deseamos. Ha sido identificada como Rhizoglomus irregulare y la cepa nombrada como MV1. Este microorganismo ha potenciado el crecimiento de las plantas de viña y, lo que es más importante, ha modificado el metabolismo de éstas incidiendo en las rutas de síntesis de índoles (auxinas) y brasinoesteroides, hormonas fundamentales durante la maduración de las bayas.
La cepa MV1 se ha probado también en campo, concretamente en los cultivos de las bodegas que han querido participar con nosotros, Pago de Carraovejas y Barbadillo, obteniendo prometedores resultados. Hemos podido comprobar un aumento de los antioxidantes en las uvas, así como un incremento generalizado de los ácidos orgánicos. Este logro nos hace ser optimistas de cara a la consecución del objetivo final.
6. ¿Cómo coordináis vuestro trabajo con las demás empresas y centros de investigación que también forman parte de LowpHWine?
Nos hemos encontrado con un grupo de empresas y centros de investigación participantes muy. Las plantas de vid que se han utilizado para la selección de la cepa de micorriza han sido proporcionadas por Vitis Navarra, lo que ha permitido tener plantas similares a las que se van a usar en otras experiencias del proyecto. Igualmente, la colaboración y sincronía con Pago de Carraovejas y Barbadillo ha hecho muy fácil tanto la aplicación del producto en campo como la toma de muestras y su recepción en nuestro laboratorio.
7. Una vez finalice el proyecto ¿cuál consideráis que habrá sido el principal legado o aportación investigadora y de innovación de LowpHWine para el sector?
Es importante lanzar el mensaje acerca de la deriva que tanto el sector vinícola como otras explotaciones agrícolas están sufriendo bajo las condiciones de cambio climático. Más allá de eso, con LowpHWine se pondrá de manifiesto que la adaptación de los cultivos a los nuevos escenarios con altas temperaturas y un régimen hídrico diferente, marcado por episodios de sequía frecuentes, se deberán afrontar mediante soluciones integrales que abarquen desde la selección del material vegetal hasta el manejo de los cultivos en su fertilización, así como el aporte de bioestimulantes como los microorganismos.
8. Y para vosotros, Atens, ¿qué creéis que podrá suponer haber participado en LowpHWine?
En Atens esperamos concluir el proyecto con una visión muy detallada de aquellos problemas del sector en los que podemos contribuir con nuestro trabajo positivamente. La colaboración con los socios está siendo muy provechosa y al finalizar tenemos intención de desarrollar toda una serie de productos para la viticultura basados en nuestra micorriza MV1. Esperamos que sean productos que puedan favorecer al sector vitivinícola para que siga manteniendo su excelente calidad por muchos años.